Éxito de los "Talleres de identificación" del profesor Xavier Espadaler

Del día 7 al 18 de noviembre nuestro nuevo socio, José Luis Blanco asistió al taller de Identificación y Taxonomía de hormigas ibéricas impartido por el profesor Xavier Espadaler; hemos aprovechado la ocasión para saber de primera mano cuales han sido sus respectivas impresiones.


José Luis Blanco y Xavier Espadaler en la entrada del laboratorio

Impresiones del Dr. Xavier Espadaler

Mis impresiones no pueden ser más que positivas. En primer lugar –y ello no es más que otro ejemplo de variabilidad biológica– que no hay dos iguales. Que cada persona llega con sus conocimientos particulares, de índole diversa, sobre hormigas, su identificación y biología, también sobre el manejo, búsqueda y valoración de la enorme cantidad de información disponible en las nubes. Cada uno tenemos nuestros hábitos particulares, siempre respetables, aunque no necesariamente compartidos, sobre cómo manejar hormigas bajo la lupa, qué mirar, como guardar hormigas, como describir características de morfología.

En segundo lugar, que es muy conveniente hablar, al principio, cuanto sea necesario para que quién venga obtenga el máximo resultado. Que salga contento, vamos. Con el convencimiento de que ha valido la pena el haber dedicado tiempo –el único recurso verdaderamente limitado– a ello. El transcurso del taller, de los tres que he vivido hasta ahora, ha sido bien distinto cada uno de ellos:

Carlos García (Madgator) fue un alumno –me cuesta usar la palabra– que sabía ya mucho de Myrmica, Lasius y Formica. Por ahí no se si le pude aportar gran  cosa. En dos semanas pudimos repasar todas las muestras que trajo, y con un buen resultado, pues había una reina de Lasius bicornis, la segunda cita ibérica para esta especie. La nota que empezamos a redactar debería ver pronto la luz, en Iberomyrmex. No había visto nunca esta especie, por lo que ya tuve mi premio.

A Chema Catarineu (chema), que también sabía mucho, le pude mostrar en una semana de trabajo todo lo que me pidió. Ahí había mucho Temnothorax y Plagiolepis. Las muestras de Chema eran mediterráneas; las de Madgator atlánticas (o septentrionales, o centroeuropeas). En verdad tenemos -mínimo- dos mundos climáticos bien distintos en esta península, y somos afortunados por ello.

José Luis Blanco es un caso particular. Pasar de una vida dedicada a los peces de agua dulce, a las hormigas, no es cosa baladí. Y por lo que pude ver, tiene la voluntad, capacidad y entusiasmo requeridos para llegar a desentrañar las sutilezas de Myrmica, de Formica, de Lasius y otros similares. Messor y Camponotus ya se los sabía. No me cabe duda que será pronto autónomo en eso de buscar, encontrar y reconocer.

Espero que María Isabel Fernandes Cardoso Patanita y Claudia da Silva Gonçalves, que son las siguientes alumnas que vendrán el próximo enero de Portugal, lleguen con muchas vitaminas para soportar las quizás demasiado densas 8 horas diarias de observación y medidas –ahora caigo en que J.L. Blanco se escapó sin medir ninguna, m.s. (¿a ver quién adivina que es eso?). Puesto que no se captar el cansancio de otros, prometo dejarlas descansar. Si lo piden.

Un otoño más.




José Luis Blanco en plena tarea de identificación

Impresiones de José Luis Blanco

En una palabra, el curso es una gran oportunidad. No siempre tienes a “tu disposición” durante dos semanas a uno de los mejores especialistas en hormigas. Hacía unos años que me interesaron las hormigas y después de unos meses de adquisición de conocimientos por cuenta propia, me veía “atascado”; en cuanto supe de este curso, y sobre todo quien lo impartía, no me lo pensé dos veces.

Además, confluyeron dos hechos casi al mismo tiempo, por un lado un amigo me prestó un libro que trataba sobre el mundo social de las hormigas y posteriormente, ese mismo año, viajé a Florida y Bahamas “persiguiendo” un pequeño pez muy interesante y muy difícil de localizar, Kryptolebias marmoratus, mi sorpresa fue observar que éste cazaba activamente hormigas para su alimentación; estas dos circunstancias empezaron a dar vueltas en mi cabeza, terminando por hacerme varias preguntas sobre el objeto evolutivo de las sociedades de insectos y su trascendencia e impacto ecología.

El curso ha sido muy completo, y todo lo que he necesitado ha sido provisto por el Dr. Espadaler. Soy consciente de que los conocimientos adquiridos durante el curso son muy extensos y dado la duración del curso, muy condensados; ahora hay que ponerlos en práctica y eso ya es responsabilidad exclusivamente mía… Quizás una “salida de campo” hubiera sido un gran remate para el curso pero desgraciadamente la meteorología no acompañó.

Finalmente, decir que ¡sin duda lo repetiría! Aunque quizás, si tuviera una próxima oportunidad, solicitaría hacer hincapié o profundizar más en alguno o algunos géneros que en un futuro cercano serán más de mi interés… Pero por lo que he leído ¡hasta eso está previsto! El curso ha estado fenomenal, pero conocer personalmente al Dr. Espadaler ha sido extraordinario, le estoy ciertamente agradecido. La AIM debe de estar muy satisfecha por contar con una iniciativa tan altruista que consituye un gran activo, para mí  hoy por hoy, el mayor de la AIM. Quisiera aprovechar también para agradecer a Kiko Gómez por su trabajo en hormigas.org que me ha sido muy útil y enviar un saludo a los miembros de la AIM que he podido conocer personalmente durante mi estancia en Barcelona: Xavier Roig, Joan Aleix Herraiz, Alberto "enfermero", pero sin olvidar y agradecer desde aquí a Silvia Abril y José María Gómez Durán, sin cuyos ánimos y palabras no hubiera asistido a este curso.




Xavier Roig, José Luis Blanco y Xavier Espadaler en una visita del primero al laboratorio